Cuando uno piensa en Antofagasta, la minería y el desierto se vienen a la mente. Por un lado el mar y por el otro, colores áridos y tierras. Creo que Antofagasta se merece más de lo que la naturaleza le dio. ¡Antofagasta necesita verde! ¿Pero cómo hacemos para poner verde en esta ciudad que le tocó nacer en una de las zonas más áridas del mundo? Creo que aquí las nuevas tecnologías y materiales nos pueden ayudar. Pasto y plantas artificiales que puedan entregarnos espacios comunes de recreación, sin el gasto de mantención (agua y jardinería). No podríamos pensar en áreas verdes con la escasez del recurso hídrico en la región, por lo que crear áreas verdes con plantas artificiales podría mitigar la ausencia de verde en Antofagasta. ¡Todos nos merecemos verde!