Los fotógrafos de eventos sociales captan los momentos significativos de las familias y los colectivos que se reúnen para compartir sucesos emotivos que procuran el vínculo y lo fortalecen, creando la sensación de bienestar entre ellos e incluso sentimientos de pertenencias. Esos momentos maravillosos se documentan con imágenes: la fotografía. Que incluso se pueden convertir en referentes históricos de un grupo humano, inmortalizando hermosos momentos en situaciones difíciles y de aislamiento como lo es ahora. Pero que pasaría si además de únicamente documentar pudiese transformar la imagen que tienen las personas de sí mismas, y convertirse en un un momento del compartir y lúdico aunque estén a distancia física unos de otros y sin importar el contexto social que vivimos ahora.