Operación del comedor parte 2: Seguimiento: jornadas de tamizaje nutricional a la población beneficiaria del comedor; aceptación de los alimentos, acompañamiento para la introducción de alimentos nutritivos en la dieta familiar. Entrega de mercado según cronograma establecido. Evaluación: encuestas de satisfacción por parte de los beneficiarios al comedor. Rendición de cuentas sobre operación del comedor.

El proyecto del comedor se pretende desarrollar en las siguientes fases: Operación del comedor: Alistamiento: Establecimiento de equipo de voluntarios. De este equipo se definen los roles centrales para la operación: la coordinadora, ecónoma, tesorera y quienes apoyarán en las labores de la cocina. Definición de tiempos de comida y turnos. Capacitación introductoria: dirigida a las madres y mujeres voluntarias del comedor en temas como trabajo en equipo, comunicación asertiva, comunicación no violenta, en lo qué significa ser una voluntaria. Talleres de formación: 1 vez al mes, en temas de hábitos de vida saludable, habilidades para la vida, crianza positiva, crianza consciente, prevención de la violencia de género, finanzas personales y familiares. Funcionamiento del comedor: Servicio de operación 5 días a la semana hábiles. 1 tiempo de comida al día.

Para el año 2022, durante 4 meses (agosto - diciembre) se atendió logró generar un tiempo de servicio para los días sábados y los domingos con un refrigerio para 65 niños y niñas que participaron del grupo de infancia misionera, esto gracias al aporte de una benefactora del Carmelo Misionero Seglar. En torno al comedor comunitario tenemos el proyecto de animación para voluntarias que vienen a preparar los alimentos, son unas 10 personas adultas que quieren aportar desde el servicio misionero.

El comedor empezó a operar en el año 2019. En los meses de febrero y marzo logró atender de forma presencial, sin embargo, su operación tuvo un primer cese de actividades, teniendo que suspenderse por 6 meses. En el mes de octubre se pudo abrir nuevamente. En esta nueva apertura se logró dar a las madres un bono mensual para que puedan adquirir alimentos como: carne, frutas, verduras y lácteos, alimentos de gran calidad en nutrientes pero que desafortunadamente no hacen parte de su consumo habitual. Durante la pandemia tuvo que cerrar sus puertas a la población, sin embargo, con el apoyo de la organización internacional Food For The Poor, se lograron entregar mercados para los beneficiarios del comedor.

Este proyecto consistió en un inicio, proporcionar alimentación una vez al día a niños y niñas en edad escolar (6-12 años), así como a adolescentes y jóvenes con la finalidad de mejorar la calidad alimenticia y lograr una nutrición balanceada. Además de brindar un alimento al día, en el comedor se realizaron actividades como: tamizajes de nutrición, se propició jornadas formativas en hábitos en la mesa y hábitos de vida saludables en el hogar, así como de empoderamiento a la mujer. Para la operación del comedor, se incentivó a las mujeres vinculadas al proyecto de la Ciudad de Dios, ser voluntarias del comedor, a lo cual respondieron de manera positiva y comprometida. Se organizaron en tiempos de alistamiento de alimentos, cocción, servido y posterior limpieza y desinfección. También se realizaron actividades para construir y tejer comunidad, así como de formación espiritual, se orientó a los niños y niñas en la infancia misionera.