Es cierto que el futuro es incierto, pero tenemos los atisbos en nuestros ojos. El trabajo del futuro será flexible, libre de horarios y espacio, contribuyendo a formar trabajadores felices que tengan tiempo para disfrutar con sus pares, con su familia, con sus hijos, mejorando la salud y el desarrollo social del país. Esto dentro de la modalidad freelance, gracias al acceso del Internet. Sin importar donde viva podrá trabajar hacia otro país, con diferentes culturas e idiomas. Se pagará por trabajo realizado, no por horas de trabajo. Convirtiendo a las personas en las empresas como un capital humano, no como un recurso. Dándoles la libertad de poder elegir en donde trabajar. Además, aparte del conocimiento se prevalecerán, las habilidades blandas, la creatividad, por tanto, será un ambiente inclusivo en donde lo principal no será, quién ni cómo eres, sino qué es lo que puedes contribuir a la sociedad. La automatización está un paso sobre nosotros, depende de ti no quedarte atrás.